Corrientes, Sunday 31 de August de 2014

El vicegobernador Gustavo Canteros lanzó una dura advertencia a “quienes intenten impedir la felicidad de los niños” al denunciar un boicot perpetrado por desconocidos en perjuicio de una línea de la DPEC.

Esto dejó a oscuras a un festival infantil que se realizaba en La Palmira.

Aseguró a viva voz: “Por más que nos corten la luz en los festivales seguiremos haciendo estos encuentros porque nadie impedirá la felicidad de los chicos de Corrientes”.

“Nos quisieron dejar sin la fiesta para los chicos. Y les advierto: hagan lo que hagan no nos van a detener; seguiremos haciendo estos encuentros porque llevan alegría a los chicos y significan un acompañamiento a nuestra gente, especialmente a los que menos tienen”, añadió.

Sus palabras resonaron en el predio de la capilla San Blas, en el humilde paraje La Palmira (jurisdicción de Itatí, hasta donde más de un centenar de familias se habían trasladado ayer sábado para celebrar el cierre del Mes del Niño con un festival organizado por la Fundación Da Más con el que Gustavo colaboró como padrino de la entidad.

Visiblemente emocionado, el segundo mandatario se dirigió a los niños y sus padres para disculparse porque “los inflables, los peloteros y la música funcionario en la fiesta” como consecuencia de un boicot a las líneas de media tensión que alimentan a la zona. “Esto no fue casual, recién hablé con la DPEC y me confirman que tiraron una boleadora a los cables para dejarnos sin luz”, denunció.

“Pero no importa, este acto vandálico no empañó la alegría que hemos compartido y les digo una cosa: nadie nos va a detener en este accionar, nada va a impedir la felicidad de los chicos aunque corten los cables o intenten cualquier otra maniobra porque vamos a seguir haciendo estos encuentros para la gente y vamos a seguir recorriendo la provincia”, exclamó el vicegobernador.

También emocionados, algunos niños de siete  u ocho años se pusieron de pie para dirigirse al vicegobernador. Una pequeña de La Palmira que acunaba su muñeca le dijo: “Lo importante es que usted dijo la verdad, prometió la fiesta y la fiesta se hizo”. Otros chicos se sumaron con agradecimientos espontáneos y los padres comenzaron a aplaudir mientras la tarde caía en el patio de la capilla.

Alrededor, formadas en círculo, las mujeres de la Fundación Da Más dejaban escapar lágrimas de emoción en un epílogo impensado de abrazos y saludos cargados de afecto por parte de los lugareños que hasta le habían prendido velas a San Blas para que volviera la electricidad.

Albina, una voluntaria de la fundación, admitió: “Pensamos que con el corte de luz nos arruinaban la tarde pero fue al revés. Cantamos a capella, el propio Gustavo gritó los números del sorteo de regalos y nosotras nos vamos con más ganas de seguir ayudando a la gente, aunque tengamos que usar candiles y velas”.