Internacional, Friday 24 de October de 2014

Messi intentará convertirse en el máximo goleador de la historia del torneo. Enfrente estará Cristiano Ronaldo, quien lleva 15 gritos en ocho fechas. Los madileños ganaron sus últimos cinco partidos, con 25 tantos a favor. El chileno Bravo también corre tras un récord.

Cuando los futbolistas de Barcelona y Real Madrid escuchen el pitazo inicial sobre el césped del Santiago Bernabéu, dará comienzo la 169ª edición en la Liga española de uno de los clásicos más atractivos del fútbol mundial, que en este caso tendrá un puñado de particularidades que le darán un interés extra, entre los que se destaca la posibilidad de que Lionel Messi se convierta en el máximo anotador en la historia del certamen.
 
El rosarino suma 250 y se encuentra a uno de la marca del legendario Telmo Zarra, quien entre 1940 y 1955 marcó 251 con la casaca del Athletic de Bilbao, aunque en el sitio web del club vasco se consignan 253 gritos. "Lo importante es ganarle al Madrid, no el récord de Zarra", aseguró el capitán de la Selección, en la víspera del clásico.
 
Messi, quien lleva siete goles y siete asistencias en esta edición de la Liga, tiene como socio ideal al brasileño Neymar, que anotó ocho. Para completar la conexión sudamericana, a ellos se sumará el uruguayo Luis Suárez, que cumplió los cuatro meses de suspensión que le impuso la FIFA por el mordiscón a Giorgio Chiellini en el Mundial justo a tiempos para debutar en el derby. Así, los tres darán forma a una delantera que la prensa catalana ya bautizó como MSN. "Suárez tendrá minutos. No sé cuántos, pero alguno tendrá", confirmó Luis Enrique, entrenador del Barsa.
 
Si el MSN asusta, no menos lo hace el BRIC de Real Madrid, integrado por Karim Benzema, James Rodríguez, Isco y Cristiano Ronaldo. Esa alquimia ofensiva ha permitido que después de un arranque irregular, con dos derrotas en tres fechas, el Merengue haya encadenado cinco victorias seguidas en la Liga, con 25 goles a favor, pese a lo cual todavía corre cuatro puntos detrás de su rival de mañana. En ese ataque voraz tiene un papel estelar el portugués, quien lleva 15 goles en ocho jornadas, un arranque único en la historia del campeonato español.
 
Quien intentará cortar esta racha goleadora será el chileno Claudio Bravo, quien arribó desde Real Sociedad hace cuatro meses para reemplazar a Víctor Valdés, se ganó la titularidad, en detrimento del alemán Marc André Ter Stegen y se hizo infranqueable: en ocho fechas todavía no recibió tantos, un récord en el certamen doméstico que selló la semana pasada, cuando superó a Pedro Artola, que había resistido 650 minutos. La marca absoluta de imbatibilidad lo ostenta Abel Resino, quien con el buzo de Atlético de Madrid llegó en 1991 a 1.275 minutos.
 
El justificado magnetismo que genera este clásico también se evidencia en la presencia de la prensa: 210 medios de comunicación de todo el mundo, 80 de ellos extranjeros, y 640 periodistas están acreditados para la cobertura de un partido que tendrá una audiencia televisiva estimada de 400 millones de espectadores.
 
La responsabilidad de conducir el duelo recaerá en manos del Jesús Gil Manzano. Con apenas 30 años, el árbitro nacido en Badajoz, que solo lleva dirigidos 44 partidos en la máxima categoría del fútbol español, tendrá a cargo su primer clásico.