Internacional, Saturday 20 de December de 2014

El país no sale de la consternación. La masacre aún no tiene culpables, aunque la madre de los chicos podría ser sospechosa.

Ocho niños muertos y una mujer con heridas de puñal fueron hallados dentro de una casa en una ciudad del norte de Australia, informó la policía ayer.

La policía cree que la mujer de 34 años con heridas en el pecho es la madre de siete de los niños y que el octavo sería hijo de un familiar, dijo el inspector detective Bruno Asnicar. La mujer recibe atención médica por sus heridas y se encuentra estable en un hospital.

La policía estatal de Queensland acudió a la vivienda ubicada en Manoora, un suburbio de Cairns, tras recibir un reporte sobre una mujer con lesiones graves. Al entrar en la casa, los agentes hallaron los cadáveres de los niños, cuyas edades oscilaban entre 18 meses y 15 años.

Asnicar declinó comentar la forma en que murieron los niños. El responsable policial explicó que no creía que hubiese un asesino múltiple en libertad y que agentes estaban hablando con la mujer.

Preguntado por si ella era sospechosa de las muertes, dijo que aún no se había identificado a ningún supuesto asesino y que se estaba interrogando a cualquier persona que hubiese tenido contacto con la familia en los últimos dos o tres días.

"Como están las cosas hasta el momento, no hay necesidad de que el público se preocupe por esto salvo por el hecho de que es un evento trágico", afirmó Asnicar. "La situación está bajo control. No debería haber ninguna preocupación por ninguna otra persona",agregó.

Lisa Thaiday, quien dijo ser prima de ella, apuntó que otro de los hijos de la mujer, un hombre de 20 años, llegó a la casa y encontró a sus hermanos y hermanas muertos.

"Somos una familia grande... simplemente no puedo creerlo. Acabamos de enterarnos, esos pobres bebés", dijo la mujer.

El policía apreció que "estos eventos son extremadamente angustiosos para todo el mundo, desde luego, y los policías no son inmunes a ello; también somos seres humanos".

La tragedia se produjo en momentos en que Australia aún se duele de la sacudida generada por una letal toma de rehenes en un café de Sídney el lunes.

"Las noticias de Cairns son desgarradoras", dijo el primer ministro, Tony Abbott. "Es un delito incalificable. Son días difíciles", agregó.