Internacional, Friday 28 de August de 2015

La joven de 16 años fue dada por fallecida y su familia la sepultó con su vestido de boda. Sin embargo, escucharon gritos en el interior del nicho y abrieron el cajón.

En el municipio hondureño de La Entrada, una joven que estaba enterrada, supuestamente, resucitó aunque luego murió.

Según informa El Heraldo, Neysi Pérez, de 16 años, que llevaba dos meses de embarazo, estaba enterrada en un mausoleo del Cementerio General de la localidad. Un día después de la inhumación, personal de seguridad oyó ruidos en la tumba y avisó a las autoridades. Al abrir el ataúd, se descubrió que el vidrio estaba quebrado. El cuerpo de la adolescente estaba sin vida.

Los expertos forenses afirmaron que la mujer pudo haber sufrido un ataque de pánico severo que detuvo la actividad cardíaca. Según otra hipótesis, se puede tratar de un caso del trastorno nervioso llamado catalepsia, que se caracteriza por la inmovilidad, la rigidez del cuerpo y la pérdida de la sensibilidad durante horas.