Nacional, Thursday 23 de March de 2017

Busca que los bancos ofrezcan 3 y 6 pagos a tasa cero, para contrarrestar el impacto del programa Precios Transparentes

El Gobierno comenzó a negociar con los bancos para prorrogar por otros seis meses los planes de compras en cuotas con tarjeta de crédito Ahora 12 y Ahora 18, que, en principio, vencen a fin de mes. La intención de la Secretaría de Comercio sería, además, incorporar esta vez al menú dos planes nuevos de tres y seis cuotas, pero sin intereses.

Desde que en febrero pasado se lanzó el programa de Precios Transparentes, que hizo que muchos comercios y bancos tuvieran que blanquear el costo financiero de sus programas de cuotas sin interés, también los planes Ahora 12 y Ahora 18 sufrieron cambios. Desde entonces, el Gobierno explicitó que el costo financiero total para quien hace uso de las 12 cuotas es del 27,89%, mientras que para los que compran en 18 cuotas es del 30,3%.

Ayer, en una reunión en la Secretaría de Comercio, el subsecretario Javier Tizado les comunicó a los bancos su intención de seguir con el plan de pagos en cuotas, pero les pidió un esfuerzo extra para poder ofrecer planes más cortos pero con tasa cero. La propuesta, sin embargo, no cayó demasiado bien entre los representantes del sistema financiero, que no quieren asumir el costo de un plan que tiene más beneficios para el Gobierno que para sus propias marcas.

"Seguramente se terminará acordando que se va a cobrar una tasa, pero más baja", señalaron desde el ámbito privado.

En los bancos existe gran malestar con el plan de Precios Transparentes, sobre todo, por el timming elegido para implementarlo. Aseguran que desde entonces hubo una fuerte contracción del consumo en rubros como el de indumentaria, electrodomésticos y materiales de construcción. En los últimos días, Comercio incluso les planteó a las entidades la posibilidad de hacer algunos retoques en el plan. Una posibilidad bajo estudio es la de replantear la manera en que se calcula el costo financiero total de las cuotas, que es lo que ahuyenta a muchos consumidores que antes compraban motivados por la promesa de pagos sin interés.