En promedio, cada año más de 7 mil cristianos mueren por practicar su fe. En el planeta, unos 334 millones están bajo persecución y 60 millones viven cada día como si fuera el último de su vida ya que son víctimas permanentes de secuestros y torturas por parte de fuerzas públicas o grupos extremistas.  Así lo constata un informe de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, con un dato preocupante que trasciende al cristianismo, la religión más perseguida del mundo: el 60% de la población mundial, de uno u otro credo, no goza de libertad religiosa. Desde las mismas víctimas hasta el papa Francisco denuncian constantemente la falta de interés de la prensa mundial y de organismos de Derechos Humanos en meterse en este delicado tema y hacerlo conocer al mundo.

Estos cristianos "más olvidados del mundo" que viven en Corea del Norte, Somalía, Pakistán, Afganistán, Sudán,  Nigeria y Siria, principalmente, son a diario "quemados vivos, ahorcados, degollados y decapitados por espadas bárbaras ante el silencio del mundo", como dijo hace unos días el papa Francisco, allí, hace una semana, Estado Islámico se atribuyó de los atentados en misas por el domingo de Ramos (inicio de la Semana Santa), con 45 muertos y 110 heridos, al menos.

Un informe hecho por NewsBusters (agencia estadounidense que monitorea las tendencias en la prensa), señaló que los medios de comunicación hablaron seis veces más sobre la muerte del gorila Harambe -al que mataron en junio de 2016 porque un niño cayó en su recinto, en el zoológico de Cincinatti- que de la decapitación de cristianos por parte del Estado islámico y la persecución que sufren estos en los países islámicos en todo el mundo. En 2015, la directora de la edición italiana del diario Huffington Post, Lucia Annunziata, había criticado el "miedo pusilánime" de la izquierda por o  defender a los cristianos perseguidos en diversas partes del mundo, al tiempo que destacó el rol del papa Francisco en su denuncia de esta masacre:

Nada. No oigo las protestas, no llegan los panfletos, ni las convocatorias, ni las muestras de apoyo o de adhesión. Ni siquiera en esta redacción del HuffPost existe un grupo de periodistas jóvenes y ambiciosos que quieran dar voz a estos nuevos débiles e indefensos. El papa Francisco desde hace meses denuncia las masacres de los fieles y hoy en día es el único jefe de Estado capaz de apuntar con el dedo a la pasividad de los países occidentales por estas muertes, Desde hace 16 años, la dictadura comunista de Corea del Norte -del que hoy es noticia por la permanente amenaza de ataque nuclear a Estados Unidos y Corea del Sur-, es la nación más violenta del mundo con los cristianos, del que muchos no practican su fe para evitar arrestos o traslados forzosos a "campos de trabajo". Según la ONG británica Christian Solidarity Worldwide (CSW), allí los cristianos enfrentan violación, tortura, esclavitud y son asesinados simplemente debido a su fe. "Los cristianos sufren significativamente por el Partido Comunista que lidera el país y los etiqueta como antirrevolucionarios e imperialistas".  Entre los casos documentados hay de personas "puestas en una cruz con fuego por debajo, aplastados por una apisonadora, lanzados desde puentes o pisoteados hasta la muerte".

Situaciones de este tipo también son usuales las otras naciones "en rojo" del mapa de la persecución cristiana y el siguiente caso tiene como escenario la ciudad siria de Alepo. Sobre la situación de Siria, BBC Mundo lo explica así:  Lo que comenzó como un levantamiento pacífico contra el presidente Bashar al Asad se convirtió en una brutal y sangrienta guerra civil que ha arrastrado a potencias regionales e internacionales. La guerra ha provocado la huida de más de 4,8 millones de personas de Siria y más de 400.000 personas muertas desde 2011. Y en ese contexto, lo ocurrido en Alepo, la mayor ciudad de Siria, fue clave, al ser escenario de un guerra permanente entre grupos extremistas y las fuerzas militares sirias entre el 19 de julio de 2012 y el 22 de diciembre de 2016. En esos años, una monja argentina del Instituto Verbo Encarnado, María de Guadalupe (Ximena Rodrigo), estuvo cuatro años viviendo de cerca la guerra de Alepo y hasta el momento ha sido la persona que con más detalle ha descripto la persecución contra los cristianos en el mundo.