Fue así que observaron un vehículo particular de la sede del Expreso CENTRAL ARGENTINO, el cual por sus características denotaba estar sobrecargado en su capacidad, deteniendo inmediatamente su marcha para su respectivo control.

Los efectivos lograron determinar que el mismo traía la siguiente mercadería: 30 mil cigarrillos, 800 cigarros de tabaco, 30 lámparas incandescentes, 36 juegos de cartas, 6 pavas eléctricas, cinco termos y doscientos encendedores de origen chino.

Ningún producto tenía la documentación que avale su legal ingreso al territorio nacional, careciendo además de los diferentes permisos impuestos por la Legislación Argentina para la protección de la Salud, como ser los referidos a la seguridad eléctrica y protección alimentaria entre otros.

A raíz de este procedimiento, tomo conocimiento el Juez Penal Económico en turno, quien dispuso la intervención de la Aduana Argentina, y la afectación del chofer del rodado, del vehículo y de la mercadería, la cual alcanza un valor en plaza de 165.800 pesos argentinos.