Internacional, Saturday 20 de January de 2018

Esta semana, la policía estuvo en la casa de investigadores y en el templo con perros rastreadores y retroexcavadoras.

La vida de los residentes de un callejón Morungava, distrito de Gravataí, prácticamente ha cambiado desde la detención del “asistente” Silvio Rodrigues, investigado por un presunto ritual satánico en el que se cree que dos niños murieron. Es allí donde se encuentra el Templo de Lucifer.

El martes (16) y el miércoles (17), los bomberos han buscado con perros rastreadores y una retroexcavadora en el sitio. Los agujeros se abrían a medida que los animales indicaban algo sospechoso.

Vecino del templo, Ismael Martins, de 53 años, estaba en casa cuando vio el movimiento de expertos en el terreno.

– Yo estaba sentado aquí cuando llegaron. No sé lo que hicieron dentro.

El comerciante Juárez de Silveira, de 49 años, relata que conoce al “brujo” hace ocho años y que incluso participó en rituales en el templo.

– Él no hacía ritual con animales. Era sólo salchichas y frutas – cuenta.

El jueves (18), los Bomberos hicieron búsquedas con perros rastreadores a 27,4 kilómetros del templo, en el barrio Lomba Grande, en Novo Hamburgo. En el lugar, se encontraron los restos mortales de los niños, los días 4 y 18 de septiembre. Allí también quedan las casas del argentino Jorge Adrian Alves y del empresario Jair da Silva.

Fuente: Zero Hora