La apertura del año judicial tomó una relevancia mayor este año por el anuncio de las propuestas que la Corte Suprema de Justicia, en voz de su presidente Ricardo Lorenzetti, hizo circular en las últimas semanas.

En un discurso breve pero cargado de autocrítica, Lorenzetti apuntó a un acuerdo entre los poderes para que existan reales “Políticas de Estado” y que se deje el comportamiento espasmódico e individual de cada poder en su contexto determinado.

“Debemos hacer una autocrítica dentro de los poderes judiciales acerca de cómo estamos funcionando. Todas estas preguntas requieren grandeza, requieren que pensemos en el país y no en los intereses individuales, en los intereses de las corporaciones, en los intereses económicos, políticos”, marcó Lorenzetti.

“Hemos dicho muchas veces en este lugar que el ciudadano común que ha vivido los últimos 50 años ha tenido dificultades extraordinarias y ha tenido que hacer esfuerzos descomunales para entender cómo funciona nuestro país“, ejemplificó Lorenzetti.

El presidente de la Corte habló también de las diferentes “tragedias” que vive el sistema judicial argentino. Cuando se refirió a la “tragedia del tribunal”, tomó el ejemplo de la Tragedia de Once, en la que hubo que constituir un tribunal específico para juzgar ese hecho.

“La tragedia del tiempo, que es otro problema dentro del sistema judicial (…) cualquier persona que hoy tiene un litigio y tiene que pensar que va a durar diez años es una expectativa absolutamente irrazonable. Tenemos que cambiar esto. Y no se cambia sólo con los horarios: se cambia con las estructuras, se cambia con las reformas de fondo”, soslayó.

Lorenzetti puntualizó en los hechos de corrupción pidió que el sistema “acelere las causas”, que deben tener una resolución más rápida.

“Necesitamos una estructura que apoye las causas de corrupción en materia técnica, que es básicamente decisiva en muchas de estas causas. Acelerar las causas de corrupción”, enfatizó.