Nacional, Friday 7 de September de 2018

Inés Stork sorprendió con su performance de disco a los miembros del Jurado y se mostró feliz de estar en el certamen de baile

Laurita Fernández nunca pensó que iba a llegar ese momento. Sin embargo, este jueves, su mamá, Inés Stork, debutó como participante del Bailando 2018. Antes de que Marcelo Tinelli la presentara, la actual Jurado del certamen reconoció que le había costado mucho asimilar la idea de que su progenitora formara parte del programa. Sin embargo, aseguro que ahora estaba muy contenta porque la veía "más feliz que nunca".

"Me costó muchísimo decidirme. Algo en mi interior me decía que tenía que hacerlo, porque la oportunidad de hacer algo distinto se me dio a esta altura de la vida. Pero también me empecé a cuestionar todo, el trabajo y también el hecho de estar invadiendo el lugar de Laura", confesó Inés.

Sin embargo, acompañada por su bailarín, Facundo Arrigoni, y bajo la atenta mirada de su coach, Mariela Peña, la mamá de Laurita se lució con una coreografía de música disco interpretada en vivo por Josefina Scaglione. Y recogió muy buenas críticas del Jurado.

Ángel de Brito le dijo que: "Se nota que ensayaste mucho y que le ponés empeño a esto que viniste a hacer", para luego ponerle un "4". Florencia Peña, en tanto, aseguró que en este caso se había olvidado de la técnica: "Celebro que te hayas animado", dijo antes de poner su voto secreto. Y Marcelo Polino, quien pidió la intervención del BAR- SM integrado por Lourdes Sanchez, Jorgito Moliners y Mariela Anchipi para ratificar un error que había visto en los pasos, le terminó poniendo un "3".

Por pedido del conductor, Laurita quedó para el final en la votación. Y, sin poder contener sus lágrimas, dijo sentirse orgullosa de ver a su mamá en el certamen. "Yo no puedo creer lo que vi. No puedo creer que enlazaras un paso con otro, no puedo creer que te acordaras de arrancar con la espalda derecha. Estabas erguida, estabas sonriente", le dijo la Jurado a su mamá. Y luego corrió a abrazarla en medio de la pista, para terminar poniéndole un "10", asegurando que no le importaba lo que pensaran los demás al respecto.