El presidente de Francia Emmanuel Macron, habló este sábado durante su participación en la cumbre del G20 e hizo alusión a los incidentes en París, cargando contra los manifestantes que salieron a reclamar por el alza de impuestos al carburante y el encarecimiento del coste de vida.

"Lo ocurrido hoy en París no tiene nada que ver con la expresión pacífica de un reclamo. Ninguna causa justifica que se ataquen las fuerzas del orden, que se roben los comercios, que edificios se incendien, que se amenacen a los transeúntes. Los culpables de esta violencia no quieren ninguna reforma, sólo quieren el caos", declaró.

Tras esto, advirtió que "no aceptará jamás la violencia", en relación a lo ocurrido.

Alrededor de 75.000 personas salieron a las calles este sábado, en una protesta que quedará en la historia del país como la de los "chalecos amarillos", y que derivó en violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Si bien se realizaron en todo el país, los incidentes de mayor envergadura se produjeron en la capital francesa.

El reclamo de las clases humildes que se vienen dando hace ya más de dos semanas en Francia, tuvo su pico este sábado dejando un saldo preliminar de 64 heridos leves y 205 detenidos en todo el país, de acuerdo a lo informado por la prefectura de la policía.

Los Campos Elíseos, una de las principales zonas turísticas de la ciudad, se tiñó color fuego. El Arco del Triunfo fue pintado con grafitis y asaltado por los alborotadores, mientras que en las avenidas principales, barricadas de autos en llamas brindaban un escenario digno de una película bélica en la que los gases lacrimógenos y las piedras volaban por los aires.