Nacional, Thursday 5 de September de 2019

Las víctimas de ciberacoso lo reciben por parte de sus compañeros de escuela.

 

 

Según un informe publicado por Unicef, un tercio de los jóvenes de 30 países confiesa haber sufrido acoso a través de Internet por parte de sus compañeros de escuela y uno de cada cinco asegura haber faltado a clase por esta causa.

El informe, según consignó la agencia Dpa, que se realizó a más de 170.00 a jóvenes de entre 13 y 24 años de Albania, Bangladesh, Belice, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ecuador, Francia, Gambia, Ghana, India, Indonesia, Irak, Jamaica, Kosovo, Liberia, Malawi, Malasia, Malí, Moldavia, Montenegro, Myanmar, Nigeria, Rumania, Sierra Leona, Trinidad y Tobago, Ucrania, Vietnam y Zimbabue, advierte que el fenómeno no está relacionado con el poder adquisitivo.

“Las aulas conectadas hacen que la escuela no se termine una vez que el estudiante sale de clase y, desafortunadamente, tampoco se termina el acoso escolar”, dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, quien advirtió que “mejorar la experiencia educativa de los jóvenes significa tener en cuenta el entorno que encuentran tanto en el ciberespacio como fuera de este”.

La encuesta, realizada por SMS y tecnología de mensajería instantánea, reveló que alrededor del 32% de los encuestados considera que los Gobiernos deberían ser responsables de poner fin al acoso cibernético.

Mientras que el 31% cree que es un asunto “de los jóvenes” y otro 29% señala a las empresas de internet.

Para poner fin al acoso y la violencia cibernética en el entorno escolar, UNICEF y sus aliados están pidiendo a todos los sectores que tomen medidas urgentes como la implementación de políticas para proteger a los niños y jóvenes del acoso cibernético y la intimidación; líneas de ayuda nacionales para apoyar a niños y jóvenes, y normas y prácticas éticas de los proveedores de redes sociales.

También reclama más investigación sobre el comportamiento en el ciberespacio de niños y jóvenes y la capacitación a maestros y padres.