Nacional, Wednesday 20 de November de 2019

En su primera declaración ante el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por la "ruta del dinero k", sostuvo que es "una víctima del poder real"

El empresario Lázaro Báez manifestó hoy que fue presionado por “el poder real” para involucrar con su declaración a la familia Kirchner en hechos de corrupción y aseguró que hasta le ofrecieron reunirse con el actual ministro de Justicia, Germán Garavano.

“Soy una víctima del poder real”, dijo Lázaro Báez en su primera declaración ante el Tribunal Oral Federal 4 en la causa por la “ruta del dinero k”, en la que adelantó que no contestará preguntas.

Báez se reconoció como un empresario “emprendedor” y que le “armaron la causa porque no toleraron que un don nadie compita”.

Además, aclaró que siempre fue amigo de Néstor Kirchner, incluso antes de asumir como presidente de la Nación.

Por otra parte, subrayó que su detención se convirtió en un show al igual que las causas en su contra, todo con el objetivo de llevar adelante un “plan maestro, político y judicial”.

El dueño de “Austral Construcciones” rechazó todas las acusaciones, negó haber sido testaferro del fallecido ex presidente y vinculó los cargos en su contra a una supuesta decisión política del actual gobierno de “perjudicar al peronismo” y al “modelo de país” del kirchnerismo.

Báez aludió a una “encerrona” armada para que se convirtiera en arrepentido con el fin de involucrar a la familia Kirchner en los delitos de lavado de activos por los que ahora está preso y es juzgado.

El empresario procesado declaró que fue “utilizado” en “una campaña atroz” para “deshornar” a su familia y “de un modo elíptico a la familia del ex presidente Néstor Kirchner”-. “Fui, soy y seré amigo de Néstor Kirchner, fue un vínculo con mucha anterioridad a que se convirtiera en un político trascendente. Esto no quiere decir bajo ningún concepto que yo fuera su testaferro ni de él ni de su familia. Me permito en esta oportunidad negarlo enfática y categóricamente”, afirmó.

Báez está preso en esta causa desde hace tres años y siete meses y además es juzgado en otro debate junto a la ex presidenta por el supuesto direccionamiento de la obra pública nacional en Santa Cruz a favor de sus empresas.

“Fui víctima de los servicios para culpar a Cristina, no pudieron doblegarme”, dijo.

La Agencia Federal de Inteligencia (AFI)”manipuló a todo el sistema” en un “esquema perverso dirigido por el propio presidente Mauricio Macri” para perjudicar “al peronismo”, dijo.

 

En ese contexto, aludió a presuntos ofrecimientos para convertirse en arrepentido a cambio de quedar libre, recuperar parte de sus bienes y dejar a sus cuatro hijos fuera de las acusaciones, si se decía testaferro de los Kirchner, algo que no aceptó.

Por primera vez desde el inicio del debate en los tribunales de Retiro aceptó hablar ante los jueces, dijo ser una “víctima” y denunció una y otra vez que sufrió “todo tipo de aprietes para culpar a la señora Cristina Kirchner y a su gobierno”.

En concreto, aludió a una presunta oferta de una abogada, en nombre de la AFI, para convertirse en arrepentido a cambio de ser liberado y que sus hijos no tuvieran problemas. “Fui detenido injustamente y toda la familia Báez perseguida. Fui acosado por el servicio de inteligencia, que hizo aprietes para que involucre a Cristina Fernández”, sostuvo.

Báez está procesado con prisión preventiva por supuesto lavado de unos 60 millones de dólares a través de sociedades off shore, cuentas en Suiza con sus hijos como beneficiarios finales y otras maniobras en un caso que investigó el juez federal Sebastián Casanello.

Sobre esos cargos negó ser dueño de financieras como SGI,”La Rosadita”, donde su hijo mayor, Martín Báez, quedó filmado contando unos tres millones de dólares, y rechazó que sus hijos hayan cometido delito alguno.

Báez leyó su declaración durante hora y media y no respondió preguntas. Al negar haber cometido delito alguno, calificó de “vergonzosa” la investigación.

“Se denominó a mis bienes ‘recuperados de la corrupción’ sin que esa corrupción fuera probada por sentencia alguna. Todo en nombre de la justicia argentina, ninguna voz se alzó. No hubo voces de los dueños de los valores morales”, se quejó también.

En su exposición apuntó a jueces, fiscales, periodistas y funcionarios del macrismo, entre ellos, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; a la subtitular de la AFI, Silvia Madjalani, a la diputada Elisa Carrió y al fiscal José María Campagnoli.

“Fui utilizado, con sólo decir Lázaro ya se sabe de quién se habla; convirtieron mi nombre en sinónimo coloquial de la palabra testaferro”, se quejó.

El juicio entró en su etapa final con las indagatorias de los acusados que quieran hablar, y luego se iniciarán los alegatos finales, mientras que el veredicto está previsto para los primeros meses del 2020.