Durante el verano casi todas las personas, sobre todo quienes veranean cerca de la playa, suelen salir a la calle con lentes de sol. Un poco por cuestiones estéticas, y otro tanto por la necesidad de debilitar los rayos del sol sobre la cara. Sin embargo, o todos los lentes cumplen esta última función, sino más bien lo contrario: puede ser peor.

En diálogo con Marcela Feudale en “Feudale Café”, el directivo del colegio de ópticos de la provincia, Germán Picolo, señaló: “La utilización de anteojos para sol que no tengan filtro es aún peor que no utilizar nada. Así recurrimos a diferentes mecanismos como la contracción de la pupila para que entre menos cantidad de luz o entrecerrar los párpados para que entre menos luz”. En ese sentido, destacó que “cuando usamos un anteojo que no tiene filtro lo que hacemos es dilatar esa pupila y eso genera un deterioro mayor”.

Por otra parte, el profesional remarcó que “uno cree que la reacción ultravioleta es en esta época pero durante todo el año es importante la utilización de filtros solares, sobre todo a partir de los meses de septiembre y octubre”. Según dijo, en esos meses “se provoca un mayor ingreso de radiación ultravioleta”.

Para ello, el óptico recomendó “concurrir a una óptica habilitada con un profesional que va a asesorar de acuerdo a las necesidades de cada uno y el tipo de filtro que se recomiende”.

Por último, siempre es bueno saber si algunas leyendas urbanas son verdaderas o simplemente un mito. Los ojos claros ¿se dañan más que los oscuros? La respuesta es Sí. “Los ojos claros son tendientes a mayor deslumbramiento porque padece mayor ingreso debido al color del iris, que no absorbe tanto y deja pasar más cantidad”, finalizó el profesional.