Nacional, Wednesday 20 de May de 2020

La semana pasada uno de los temas de los que más se habló en los medios y en las redes sociales fue la potencial impresión de un nuevo billete con la mayor denominación en la economía argentina.

Se trataba del papel de cinco mil pesos argentinos, que estaba bajo análisis en la agenda del Banco Central que conduce Miguel Pesce, según dieron a conocer varios periodistas y analistas políticos cercanos al Gobierno.

Finalmente, según pudo saber iProfesional, se habría "cajoneado" el proyecto una vez que se filtró a las redes sociales y comenzaron las críticas por la inflación y las comparaciones con lo ocurrido con los Australes en la década del ochenta.

También recibió fuertes críticas el hecho de que se hubiese seleccionado la figura de Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud que tuvo la Argentina, para acompañar a Cecilia Grierson, primera médica graduada en el país, y al prestigioso Instituto Malbrán en el billete de 5000 pesos. Se intentó hacer un homenaje a los científicos argentinos pero rápidamente la opinión pública recordó el pasado vinculado al nazismo del exministro y hasta el Centro Simon Wiesenthal hizo público su rechzo al intento de incluirlo en la nueva moneda de mayor denominación.

La emisión de un nuevo billete de alto valor permitiría eficientizar la producción en la Casa de la Moneda y la distribución a los bancos, en medio de un período inflacionario y en donde el Estado continúa ampliando la emisión para hacer llegar las asistencias comprometidas a quienes perdieron su capacidad de generar ingresos por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Pero también despertó reflexiones sobre la pérdida de valor de la moneda nacional que, si bien se viene desarrollando hace varios años, se potenció en medio de la gran crisis sanitaria.

Al lanzar el gobierno de Mauricio Macri el billete de mil pesos argentinos, con el hornero como figura (un pájaro emblemático de la fauna argentina) también se generó una polémica debido a que la inflación provocaba la necesidad de tener un billete de mayor denominación.

 

Según el análisis que hace ahora la fundación Libertad y Progreso, "Desde su primera impresión el billete de $1.000 perdió 85% de su valor".

"Desde su primera impresión en diciembre del 2017, pasó de valer US$57,37, a tener un valor de apenas US$8,44 a Mayo del 2020 tomando el Contado con liquidación", indicó la mencionada entidad dedicada al análisis económico y financiero.

El dólar contado con liquidación es aquel que se pacta en la Bolsa de Comercio para compra de títulos y acciones. El lunes 19 de mayo, cuando se dio a conocer este informe de Libertad y Progreso, el CCL operó en torno a los 118 pesos por dólar. En la misma jornada el dólar minorista, al que se suma el impuesto PAIS, quedó encima de los 91 pesos por unidad.

El valor de los nuevos billetes de 5000 pesos

La Fundación realizó además la comparación con lo que ocurre en la región en materia de emisión monetaria. Evaluó que, "si se analizan los billetes de mayor denominación en países de la región, suelen mantenerse estables con pocos nuevos lanzamientos".

En esa comparación, excluyendo a Venezuela, en caso de que se imprimiese un papel de 5.000 pesos, quedaría "tercero entre aquellos de más valor en dólares y de mayor denominación nominal".

"En primer lugar se ubica el billete de S/.200 nuevos soles de Perú que entró en circulación en el año 1991" y equivale a 58,43 dólares, indicó la entidad. Luego estaría el billete de mayor denominación en Uruguay, con un valor de 45,98 dólares.

"La nueva incorporación en la familia de billetes de la moneda argentina, en este caso de $5.000, refleja la constante depreciación de peso. El billete que circuló en medios de comunicación la semana pasada con la imagen de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo, nacería con un valor de US$42,21", aclaró Libertad y Progreso, al tiempo que advirtió que el billete de mil pesos argentinos que hoy está último en este ranking, dejaría de aparecer en el análisis.

"Los beneficios de tener una moneda sana pueden parecernos lejanos a los argentinos dado que convivimos con una alta inflación la mayoría de nuestras vidas. Sin embargo, para encauzar un crecimiento sostenido que nos saque de la constante decadencia que padecemos es condición necesaria tener una moneda que cumpla con las tres funciones de todo dinero: Unidad de cuenta, medio de circulación y reserva de valor", cerró la Fundación.