Misiones, Saturday 13 de June de 2020

La figura del abogado, político y militar argentino suele ser solo asociada a la creación de la bandera, con lo que se dejan de lado gran parte de su pensamiento y sus ideas progresistas relacionadas con la falta de justicia social.

Nuestra historia oficial, desde sus orígenes liberal, oligárquica y porteñista, coagula a Manuel Belgrano como creador de la bandera y mutila sus progresistas ideas relacionadas con la injusticia social. Estas son evidentes cuando siendo secretario del Consulado Español en el Río de la Plata, años antes de Mayo, promovía la creación de escuelas gratuitas para niños pobres destinando también bancos para esclavos e hijos de esclavos. Y que las niñas adquirieran conocimientos que trascendieran las labores hogareñas, preparación para su inevitable destino: el matrimonio elegido por los padres. En el aspecto económico insistió en la creación de escuelas de agricultura, de náutica, de dibujo, que generaran oficios, ya que pensaba que el trabajo era la vía para escapar de la miseria que asolaba estas tierras.

Pero quizás donde el pensamiento, revolucionario para su época, es más ostensible es en el Reglamento que dicta para la organización de las misiones, documentos que son considerados como los primeros ensayos constitucionalistas de la historia nacional.

La provincia del Paraguay se ha negado a plegarse a la insurrección de Mayo por lo que la Junta decide enviar una expedición que revierta tal decisión y pone a su frente a Belgrano, un abogado, vocal de la Junta, que debe suplir la ausencia de jefes militares del lado patriota.

La expedición sale de Buenos Aires con el objetivo de reclutar solados en el camino. Con un contingente de porteños cruza por Entre Ríos, Corrientes, bordeando los Esteros del Iberá, sale a la altura de Ituzaingó , ingresa a lo que hoy es Posadas, cruza el arroyo Garupá y se instala en Candelaria, "listo para cruzar a Paraguay”.

Es allí donde redacta la Proclama a los guaraníes y criollos que habitaban la región y redacta el Reglamento, un documento que, insisto, es tomado por muchos como el primer ensayo de una Constitución.

Proclama: Naturales de los pueblos de Misiones: La excelentísima Junta provisional gubernativa, que a nombre de su majestad el señor don Fernando VII rige las Provincias del Río de la Plata, me manda a restituiros vuestros derechos de libertad, propiedad y seguridad de que habéis estado privados por tantas generaciones, sirviendo como esclavos a los que han tratado únicamente de enriquecerse a costa de vuestros sudores y aun de vuestra propia sangre: al efecto me ha nombrado de su representante, me ha revestido de todas sus facultades, y ha puesto a mi mando un ejército respetable: ya estoy en vuestro territorio, y pronto a daros las pruebas más relevantes de la sabia providencia de la excelentísima Junta, para que se os repute como hermanos nuestros, y con cuyo motivo las compañías de vosotros que antes militaban en el ejército entre las castas, por disposición de nuestros opresores, os están entre los regimientos de patricios y arribeños: pedid lo que quisieres, manifestándome vuestro estado, que sin perder instantes contraeré mi atención a protegeros y favoreceros, conforme a las intenciones de la excelentísima Junta; pero guardaos de faltar al respeto debido a sus justos y arreglados mandatos y de contribuir a las sugestiones de los enemigos de la patria y del rey; pues así como trabajaré por vuestra utilidad y provecho, si cumpliereis con vuestras obligaciones, del mismo modo descargaré la espada de la justicia sobre vosotros, si, olvidados de lo que debéis a la patria, al rey y a vosotros mismos, siguiereis las huellas de esos mandatarios, que solo tratan de la ruina de estos fieles y leales dominios del amado Fernando VII, y de cuantos hemos tenido la fortuna de nacer en ellos.

Aquí, un resumen de los puntos salientes del Reglamento.

* Todos los naturales de Misiones son libres, gozarán de sus propiedades y podrán disponer de ellas como mejor les acomode, como no sea atentando contra sus semejantes.

* Suspensión del tributo por diez años hasta que puedan producir y también vivir dignamente.

* Establecimiento de escuelas gratuitas de primeras letras artes y oficios.

* Fomento del comercio de los productos de las comunidades.

* Igualdad absoluta entre criollos y naturales.

* Habilitación para ocupar cualquier empleo, incluso militar y eclesiástico.

* Expropiación de las propiedades de los enemigos de la revolución.

* Reparto gratuito de esas tierras entre los naturales.

* Provisión de semillas y elementos de labranza hasta que puedan procurárselas por su cuenta.

* Elección de un diputado por cada pueblo para asistir al futuro Congreso Nacional, que será mantenido por la Real Hacienda.

* Formación de una milicia popular que llevará el nombre de Milicia Patriótica de Misiones.

* Derechos laborales: “Los excesos horrorosos que se cometen con los naturales, de cuyo trabajo se aprovechan sin pagárselo además hacen padecer con castigos escandalosos”, todos los trabajadores deberán cobrar en efectivo no aceptándose ningún tipo de vales o bonos. Los patrones que no cumplan: “Serán multados por la primera vez en cien pesos por la segunda con quinientos y por la tercera embargados sus bienes y desterrados, destinando aquellos valores por la mitad al denunciante y fondo de escuelas”.

* Pena de muerte para los que apliquen castigos corporales a sus trabajadores.

El documento se presenta a los pueblos misioneros el 30 de diciembre de 1810 . Lamentablemente las derrotas en Paraguay llevan a que el documento de Belgrano no pueda ser tratado en los cabildos de la época como él lo había dispuesto en el mismo Reglamento. Tampoco será llevado a cabo.

No pocos de sus propósitos están aún pendientes…