Mercedes, Sunday 23 de June de 2013

Desde la Asociación Unidos por el Silencio se hicieron eco de la denuncia de varios vecinos del 17 de Agosto y plantearon la necesidad de clausurar el Centro de Jubilados de esa barriada.

Aseguran que “hace un tiempo este lugar pasó de ser una entidad de bien público que prestaba servicios a personas mayores a convertirse en un salón de fiestas clandestino que impide conciliar el sueño a quienes viven alrededor”.

Además plantean ejemplos concretos, aseguran que “el episodio de mayor asombro se registró en la madrugada del último viernes 21 de junio cuando los moradores del lugar vieron azorados cómo ingresaban en el predio potentes equipos de sonido y luego abrían las ventanas y la puerta principal para esparcir el volumen de la música hacia el exterior, impidiendo el descanso de numerosas familias”.

Sobre este hecho añadieron que “el espectáculo arrancó a la 1 de la mañana y las ondas sonoras llegaron a escucharse desde 400 metros de distancia”.

Esa noche “un grupo de vecinos llamó a la Radio Municipal y otro decidió denunciar el hecho al 911 (Servicio de Emergencias Policiales) para que se aplique el protocolo de actuación contra ruidos molestos, pero la fiesta recién se cortó a las 5, arruinándoles la noche a un gran número de conciudadanos”, plantearon.

Según aseguran, “el local en cuestión, ubicado sobre la avenida Milan y Florencia, carece de habilitación municipal para funcionar como salón de fiesta y nunca podría tenerla porque al estar a menos de 200 metros de un templo y una escuela, viola el artículo 17 del Código de Nocturnidad”.