Misiones, Wednesday 22 de January de 2014

En su presentación del Balance de Gestión 2013, el Gobernador de la Provincia dedico varios minutos a los jóvenes. Como parte de la juventud y como profesional, oriundo de la Ciudad de Posadas y formado en la Universidad de Buenos Aires considero pertinente hacer algunas reflexiones que surgen de esos dichos y referencias.

El motivo por el cual estas líneas son escritas, radica en la referencia a Misiones como una provincia de oportunidades, enunciado con el cual no concuerdo. Después de ocho años en la Ciudad de Buenos Aires, por una decisión personal retorne a la ciudad que me vio nacer. Un año y cuatro meses en Posadas y las oportunidades de las que orgullosamente el Gobernador hizo referencia no existen.

La realidad, penosamente  expone que no es un caso único y aislado,  ya que varios jóvenes profesionales que se han formado en otras provincias,  y principalmente aquellos que han estudiado alguna carrera terciaria y/o universitaria en la mismísima tierra colorada se encuentran sin empleo o trabajando en algo que no tiene absolutamente nada que ver con sus profesiones y oficios.

Producto de una generalización, Closs hizo referencia a los jóvenes en conjunto con los “Ni Ni”, que son sin dudas un dilema que padecen ciudades como París, Brasilia, Posadas y Mojón Grande.

Sin embargo, la situación actual de miles de jóvenes misioneros que accedieron a carreras terciarias y universitarias, gracias al esfuerzo mancomunado de sus familias y que se encuentran desempleados y subempleados es una carencia del Estado y absolutamente diferente de aquellos que ni trabajan ni estudian.

La incapacidad de crear y proveer las condiciones adecuadas para que mano de obra calificada pueda ser empleada por el sector público y privado evidencia una desatención de larga data y que en este presente mediato se mantiene.

También hay que puntualizar que  aquellos que dejaron Misiones para estudiar en otros sitios no pueden retornar por falta de oportunidades y deben permanecer (contra sus deseos muchas veces) en ciudades como Capital Federal, Córdoba, Rosario, La Plata e incluso Corrientes.

Como corolario de estas  problemáticas descriptas, existe una penosa realidad en la que la formación académica y experiencia laboral es bastardeada por los “contactos”.  Entre quienes la padecen la expresión “contacto mata curriculum” se ha viralizado y hasta naturalizado. La oportunidad de acceder a un trabajo digno y bien rentado por mérito profesional se reduce a un pequeño círculo del ámbito privado.

La medida anunciada por el Gobernador de implementar políticas públicas educativas para que los jóvenes misioneros tengan mayores oportunidades de acceder a carreras cortas, formarse en oficios y titularse con Licenciaturas es bienvenida y claramente acertada.

Son recursos que el Estado misionero destinará correctamente, pero que en el corto plazo perderá su finalidad por no existir las oportunidades laborales adecuadas y a su vez, convivir con esa realidad que aqueja a varios en la actualidad.

Pensar, crear, desarrollar  y finalmente ejecutar políticas públicas que creen las condiciones para que los jóvenes profesionales misioneros puedan insertarse en el mercado laboral es una tarea que tendrá el Gobernador. Siendo allí justamente donde podrá buscar los más competentes para que el resto de esa parte importante de la sociedad salga de la desidia en la que se encuentra y ocupe el lugar que les corresponde. Hasta entonces Misiones seguirá siendo una provincia sin oportunidades.

Gabriel Valenzuela. Lic. en Ciencia Política