Corrientes, Sunday 23 de April de 2017

Ante cada lluvia de grandes volúmenes o de caudal extraordinario, como las que se vienen registrando a lo largo de este año, la Capital y sus poblaciones cercanas sufren graves problemas de inundación que afectan a centenares de familias.

La problemática de los desagües naturales, los anegamientos y su relación con la expansión urbana y desmedida fue analizada a través de especialistas en diversas investigaciones científicas y universitarias, abarcando las diversas causas.

Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) analizaron en profundidad la situación de los desagües naturales de la Capital. Por ejemplo, en su estudio “El riesgo de la población a inundaciones por lluvias como consecuencia de la dinámica de expansión urbana sobre paisajes anegadizos”, de los especialistas Félix Contreras y María Fantín, ponen de relieve que entre 1950 y 2015 la ciudad de Corrientes duplicó su extensión territorial, avanzando sobre lagunas, espejos de agua y reservorios naturales, generando no sólo impacto ambiental sino graves inconvenientes en las nuevas poblaciones.

A través de imágenes aéreas y satelitales, los investigadores se centraron en el análisis del crecimiento urbano sobre terrenos inundables ubicados hacia el Noreste de la Capital y que no sólo sirven como límite natural sino como una zona de desagüe del agua de lluvia. En esa zona, se ubican las barriadas de la vera de la Ruta Nacional N° 12, Laguna Soto y las construcciones cercanas a Santa Ana, entre otros.

Por otra parte, el estudio “El impacto ambiental del crecimiento espacial de la ciudad de Corrientes sobre lagunas periurbanas”, también realizado por Félix Contreras, hace hincapié en la expansión de la Capital hacia la zona de bañados y cañadas, donde la Lomada Norte, caracterizada por una gran cantidad de lagunas que en épocas de sequías se convierte en un lugar atractivo para los negocios inmobiliarios especulativos; pero que durante las temporadas de lluvia generan graves problemas para sus habitantes ya que son desagües naturales para el agua.

Por el crecimiento demográfico en Capital, entre 1950 y 2015, desaparecieron unas 34 lagunas.