Mercedes, Thursday 28 de March de 2024

Por Mariano Blanco: Se cumplieron 30 años del fallecimiento de uno de los boxeadores más brillantes que tuvo Corrientes. De haber arañado la gloria, su final anticipado causó conmoción, pero marcó un destino repetido.

Nadie llega a ser boxeador profesional por casualidad, ni tampoco se puede alistar dentro de un grupo de ídolos sin haber dejado un legado. Eso sucedió con Lucio "Metralleta" López, que hasta su final significó un designio de la vida de los que suben al ring para ganarse la vida: pobreza, sangre, alcohol y muerte. Se cumplieron 30 años de la muerte trágica de uno de los mayores exponentes del deporte correntino. Aquella noche del sábado 26 de marzo en José León Suárez (Buenos Aires), el resultado de una pelea entre parientes fue la muerte de "Metralleta" López por una puñalada que le propinó su cuñado. Pasaron tres décadas de haberse convertido en leyenda.

Su muerte se produjo días antes de cumplir 32 años. Sus restos fueron traslados luego de las pericias a la ciudad de Mercedes y allí descansan. En la primera semana de aquel abril, se le rindió un homenaje en una velada de box profesional en el Club Atlético Mercedes. Algo de lo recaudado fue donado a sus familiares.

En el mundo del boxeo, una frase de cabecera la dijo hace años el propio Mike Tyson, "denme un héroe y les mostraré una tragedia". A través de su años subiendo al ring, López fue una especie de antihéroe. Nacido en la extrema pobreza, Lucio fue uno de los hijos preferidos de doña Narciza López. Una mujer que se puso la familia al hombro y puso a todos a trabajar para vender las achuras frescas que llevaba el pan a la mesa. Cuando dejó de funcionar el Matadero Municipal en la ciudad de Mercedes, la historia comienza a contar los primeros capítulos de "Metralleta".

De la mano del "Gringo" Medina (papá del "Chanchi", que fuera boxeador a principios de este siglo), "Metralleta" López comenzó a incursionar en el boxeo en la década de los ?80 y unas cuarenta peleas amateur le abrieron camino al campo rentado.

Entre profesionales realizó un total de 57 peleas, ganando 34 (21 por KO), perdiendo 18 (2 antes del límite), 4 empates y un combate sin decisión. Ganó el título argentino en marzo de 1985 y un año más tarde se alzó con el cinturón sudamericano. El país lo comenzó a conocer y fue el único boxeador correntino en combatir en dos ocasiones por el título mundial de los gallos (versión CMB), perdiendo en ambas peleas con Miguel "Happy" Lora y Raúl "Jibaro" Pérez.

Su última pelea la dio en Chile en febrero de 1992, perdió por puntos en 10 asaltos y allí decidió retirarse. En sus últimos años, vivió en el conurbano bonaerense junto a Antonia, su pareja y con la que tuvo cuatro hijos. Vivían junto a la familia de ella, en un inquilinato donde el alcohol por las noches eran frecuentes.

Lucio nació boxeador, vivió como todo un experto del ring y murió como lo marca la vida y obra de los deportistas de su clase. Forma parte de la historia del deporte correntino.

Fuente Diario EPOCA